Siglo XIV. Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery), monje
franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo, el novicio
Adso de Melk (Christian Slater), visitan una abadía benedictina,
situada en el norte de Italia, para esclarecer la muerte del joven
miniaturista Adelmo de Otranto. Durante su estancia, desaparecen
misteriosamente otros monjes que después aparecen muertos.